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Literatura

Biografía

Bizenta Mogel, la escritora que no temió los "hirientes castigos"

Natxo Velez | EITB Media

El 5 de junio, la XVIII edición de la Lectura Ininterrumpida de Clásicos recuperará en el teatro Arriaga la obra de Bizenta Mogel "Ipuin onak". Bizenta, sobrina del autor de "Peru abarka" Juan Antonio Mogel, es considerada la primera mujer escritora en euskera.

  • Placa en el exterior de la biblioteca Bizenta Mogel de Durango

    Placa en el exterior de la biblioteca Bizenta Mogel de Durango

Euskaraz irakurri: Bizenta Mogel, "zigor zaurigarriaren beldur" izan ez zen idazlea

El euskaltegi Bilbo Zaharra ha elegido este año el libro, la colección de fábulas, Ipuin onak (Ipui onac, ceintzuetan arquituco dituzten euskaldun necazari ta gazte guciac eracaste ederrac beren vizitza zucentzeco) (Buenos cuentos, en los que los agricultores vascos y todos lo jóvenes encontrarán bellas lecciones para enderezar su vida) para su Lectura Ininterrumpida de Clásicos, que tendrá lugar el jueves, 5 de junio, en el teatro Arriaga. Pero, ¿qué sabemos sobre esta obra y su autora?

Bizenta Mogel nació en Azkoitia en 1782, pero fue trasladada a Markina siendo aún una niña, junto a su hermano Juan José, y fue en la localidad vizcaína donde los crio su tío Juan Antonio. Este hecho tuvo una definitiva influencia en el desarrollo de Bizenta, ya que Juan Antonio Mogel, cura y escritor, fue el autor del referencial libro Peru Abarka, dialógica obra basada en las conversaciones entre los personajes ficticios Peru Abarka y Maisu Juan. De mano de su tío Juan Antonio, los hermanos Bizenta y Juan José aprendieron latín y tuvieron contacto con la literatura clásica.

Bizenta Mogel se convirtió en una mujer estudiosa y amante de la lectura, tal y como ella misma explica en una cita recogida por el miembro de Euskaltzaindia, profesor e investigador Jabier Kalzakorta en la imprescindible colección "Bidegileak": "Zortzi urte nituenean ekusirik nere neba, edo anaia ikasten asi zala gure osabarekin latiñezko izkera, jarri zitzatan buruan ikasi bear nuela nik ere. Ala, buruari neke gogorrik eman gabe, loari bere orduak emanda, ta zigor zaurigarriaren beldurrik ez nuela, jolasez bezela irten nuen nere asmoarekin". (Al cumplir ocho años, viendo que mi hermano comenzó a estudiar latín con mi tío, se me metió en la cabeza que yo también lo debía aprender. Así que sin castigar demasiado mi mente, dedicando al sueño sus horas precisas y sin miedo a los hirientes castigos, llevé adelante mi propósito como si se tratara de un juego".  

Publicar un libro no era, qué duda cabe, una empresa fácil en absoluto para una mujer, y Mogel así lo explicó en el prólogo de Ipuin onak: "Badakit, enzunaz beste gabe, neskatx gazte baten izena dagoala itxatsirik liburutxo onen aurrean, jardungo dutela siñuka ez gutxik, diotela beren artean, iñoren lumaz janzi nai duela bela txikiak; au da, besten bearrak artu nai ditudala neretzat: ez dagokiola neskatxa bati bururik ausitze liburugiñen: asko duela gorua, naiz jostorratza zuzen erabiltzea" ("Sé que en la portada de este librito está impreso el nombre de una mujer, y que muchos se dirán, con aspavientos, que este pequeño cuervo quiere vestirse con plumas ajenas; es decir, que quiero apropiarme de labores que no me competen; que a una muchacha no le corresponde romperse la cabeza escribiendo un libro; que le basta con saber utilizar con destreza la rueca o la aguja".  

'Ipui onac'

'Ipui onac'

Dueña de un extenso bagaje intelectual y a pesar de todos los obstaculos, Bizenta Mogel abrió camino a la literatura en euskera escrita y publicada por mujeres a los 22 años. A esa edad fue publicada Ipuin onak, una colección de cincuenta fábulas de Esopo traducidas del latín y ocho fábulas en verso de su tío Juan Antonio Mogel.

Además, Bizenta Mogel publicó más tarde el cancionero religioso Gabonetaco cantia Bizkaitar guztientzat (1819) y la traducción Espaiña-ko Gotzai-buruaren Artzai idazkia (1820).

La lectura del jueves evidenciará que la labor de Bizenta Mogel goza de la estima de lectoras y los lectores vascos, que se agradece la labor de la escritora que en la introducción de su colección de fábulas aventuraba: "Arbezate bada Euskaldunak, neskatxa gazte baten emaitza, edo presente au. Gauza onik badago, esan dezatela iñorena dala, ez nerea; okerrik badakuste egotzi nere gañera; berdin arteak ez du emango sagarrik ("Reciban los vascos el regalo o presente de esta joven muchacha. Si encuentra algo de valor, que digan que es de cualquier otra, no mío; si ven alguna equivocación, que me la asignen a mí; la encina continuará sin ofrecer manzanas, de todos modos").

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